(1935-2006) Empieza su carrera queriendo ser escritor pero no llega a serlo. Prefiere ser traductor de textos que le inspiran y dirigir una colección de cine (ambas actividades en la editorial Anagrama), guionista de directores afines, cineasta metamórfico, articulista ocasional en El Viejo Topo o en el suplemento Cultura|s de La Vanguardia, activista del internacionalismo, militante de la autonomía obrera y profesor que rompe el espacio de lo posible.

Tras convertirse en el mayor portavoz de la Escuela de Barcelona con su película Dante no es únicamente severo (1967), codirigida con Jacinto Esteva, se pone en un segundo plano y protagoniza una trayectoria cinematográfica intermitente y heterogénea, donde las fronteras entre ficción, documental, militancia y ensayo se convierten en terreno de juego y acto de pensamiento. De ahí provienen la reflexión política de Numax presenta… (1980), el retrato fantasmagórico de El encargo del cazador (1990) y la sordidez rural de Un cos al bosc (1996).

En 1997 sufre un ictus que, como una caída del caballo, transforma su vida. Entonces llegan Mones com la Becky (1999), De nens (2003), Veinte años no es nada (2005), Literatures de l’exili (2005) y Més enllà del mirall (2006), films impulsados por el Máster en Documental de Creación de la Universitat Pompeu Fabra, universidad en la que imparte su docencia y desde la que remueve las estructuras y conciencias del cine documental y ejerce una enorme influencia en las generaciones de cineastas que le suceden.